No estoy nada de acuerdo con el escrito “Apostar pel tramvia” (16/VII/2017) de Eduard Puig. El tranvía es un transporte del siglo XIX, carísimo de instalar y costoso de mantenimiento. El RACC, la Cambra de Comerç, los comerciantes, etcétera, están en contra, pues es bien sabido que aumentaría la contaminación de la ciudad. ¿No se hizo ya una encuesta y salió un no que incluso le costó el puesto al alcalde? A nadie se le ocurriría, salvo al Ayuntamiento de Barcelona, instalarlo en los Campos Elíseos de París, que por cierto, tiene diez vías de circulación.
http://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20170722/424288452330/no-al-tranvia.html