No puedo estar más de acuerdo con Quim Monzó (¿Por qué odian el bus eléctrico?, Opinión, 8/I/2019). Sus conclusiones son irrebatibles a favor del bus eléctrico en todo. Y yo me pregunto ¿a quién puede beneficiar que el Ayuntamiento de Barcelona se gaste más de 200 millones, ponga durante años la ciudad patas arriba y cree más problemas circulatorios que los ya creados con los carriles bici? Busquen la respuesta entre los numerosos lobbies y asesores que viven de ello. Por otra parte, es cierto que hay algunas personas que por el hecho de ser elegidos alcaldes quieren pasar a la posteridad con alguna obra emblemática, pero sólo uno entre muchos lo consigue.
En Barcelona, el alcalde Hereu se empeñó en implantar el tranvía por la Diagonal, y para ello convocó un referéndum que perdió, y por ello tuvo la decencia de dimitir. La actual alcaldesa de Barcelona llegó a la alcaldía con su propuesta estrella de situar (¡otra vez !) el tranvía por el mismo lugar, pero como es muy democrática, no sólo no se le ocurre dimitir, sino que nos vuelve a amenazar con presentarse de nuevo a las elecciones y de nuevo con su proyecto estrella: el tranvía por la Diagonal.
Por mi parte, pido a los candidatos a la alcaldía de Barcelona que digan claramente a los votantes si entre sus proyectos está o no el del tranvía por la Diagonal, y así sabré a quién votar.
https://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20190116/454166471909/por-el-bus-electrico.html
FERNANDO HURTADO, BARCELONA