En estas ciudades el tranvía ha sido de forma continua desde principios del siglo pasado un medio de transporte en toda la trama urbana (en Barcelona desapareció en la década de los sesenta)
La amplia red de tranvías esta imbricada dentro del tráfico ciudadano sin formar barreras arquitectónicas (no sería el caso de la Diagonal, evidentemente).
El tranvía sirve para comunicar el centro comercial, administrativo y social con el resto de la ciudad (en Barcelona este centro se encuentra alrededor de las plazas Catalunya, Universitat y Urquinaona, lejos de la Diagonal) y no para unir ciudades y barrios periféricos alejados entre sí bastantes kilómetros y unidos por metro y ferrocarril.
Por lo tanto, no parece que estas ciudades sirvan de ejemplo para el caso de Barcelona.
A este Ayuntamiento le queda un año y durante el primer año del siguiente tampoco se podrá iniciar ninguna actuación en el tranvía; tenemos, pues, dos años para hacer una prueba con la línea D de autobuses eléctricos a lo largo de la Diagonal y con un coste mínimo, ya que si la experiencia no resulta adecuada los mismos autobuses se dedicarían a reforzar otras líneas.